EL JUICIO FINAL
El Espíritu Santo de
Jesucristo es quien nos enseña sobre el Juicio Final.
Conoce el Espíritu
Santo de la Verdad; El Espíritu Santo de Jesucristo leyendo nuestras
revelaciones:
https://revelaespiritosanto.blogspot.com/2023/01/la-venganza-del-dios-de-los-vivos-en-13.html
https://livrodoespiritosanto.webnode.com.br/capitulo-7-espanol/
Comprende al Espíritu
Santo de verdad; Y de la Verdad, leyendo estos versículos de la Sagrada
Escritura, a continuación:
Pero cuando viniere el
Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad, el cual
procede del Padre, él dará testimonio de mí. João 15:26;
Pero cuando viniere aquel
Espíritu de Verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará de sí
mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de
venir. João 16:13;
Al Espíritu de Verdad, al cual
el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le
conocéis; porque permanece con vosotros, y será en vosotros. João 14:17.
Por tanto, el Espíritu
Santo de Jesucristo es el Consolador, el Espíritu de verdad y da Verdad, que
nos guía a toda la verdad. El mundo no lo sabe, pero quien se compromete a
vivir el testimonio del amor de Dios Padre, según Jesucristo, lo recibe y lo
sabe.
Así, si aceptáis vivir
según el testimonio del amor de Dios Padre, es porque el Espíritu Santo de
verdad y Verdad está educando vuestro ser.
Es en posesión de esta
conciencia que me pongo a disposición del Espíritu Santo de la Verdad para
hablar del Juicio Final.
El Juicio Final es un
tiempo en el futuro donde los seres humanos vivos serán transformados y
arrebatados; y los muertos resucitarán; unos para volver con Jesucristo a la
Casa Celestial; otros para continuar en la oscuridad con el Dragón. Mateo Mateus 24:29-31; Marcos Marcos 13:24-27; 1 Tesalonicenses 1 Tessalonicenses 4:15-18; 1
Corintios 1 Coríntios
15:51-57; Apocalipsis Apocalipse 20:11-15.
Si no ha leído ninguna
de nuestras revelaciones sugeridas, hablaremos sobre el Dragón a lo largo de
esta revelación.
De lo que hablábamos
antes, entendemos entonces que si habrá un juicio final es porque antes hubo un
juicio inicial.
Este juicio inicial,
el Espíritu Santo de la Verdad, usando las escrituras, nos enseña lo siguiente:
Antes de la fundación del mundo, los seres vivían en el amor del Padre
Celestial. Efésios 1:3-14.
Bendito el Dios y Padre del
Señor nuestro Jesús Cristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual
en bienes celestiales en Cristo, según nos
escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él en caridad; el cual
nos señaló dede antes el camino para ser adoptados en hijos por Jesús, el
Cristo, en sí mismo, por el buen querer de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual
nos hizo aceptos en el Amado;
en el cual tenemos redención por su sangre, la
remisión de pecados por las riquezas de su gracia, que sobreabundó en nosotros en toda sabiduría e
prudencia, descubriéndonos el misterio de
su voluntad, por el buen querer de su voluntad, según lo que se había propuesto
en sí mismo, de restaurar todas las cosas
por el Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que
están en los cielos, como las que están en la tierra. En él digo , en quien asimismo tuvimos herencia, quien
nos señaló desde antes el camino conforme al propósito del que hace todas las
cosas según el consejo de su voluntad, para
que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes esperamos en el
Cristo.
En el cual esperásteis también vosotros oyendo
la Palabra de Verdad, el Evangelio de vuestra salud; en el cual también desde
que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa, que es las arras de nuestra herencia, para la
redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria. Efésios 1:3-14.
Y nosotros hemos conocido y
creído la caridad que Dios tiene en nosotros. Dios es caridad (Dios es Amor); y
el que permanece en caridad, permanece en Dios, y Dios en él. 1 João 4:16.
El que no ama, no conoce a
Dios; porque Dios es caridad (Dios es Amor).1 João 4:8.
Para que sepáis lo que
es vivir en el amor del Padre Celestial, basta comprender el testimonio de
Jesucristo, que prueba, en la cruz, el amor de Dios Padre Celestial por
nosotros. E Jesús e o Pai são um, como se ve:
Yo y el Padre una cosa somos. João 10:30;
El que me ha visto, ha visto
(también) al Padre João 14:9.
Así, antes de la
fundación del mundo, vivíamos en la luz y el amor de Dios Padre, testimoniados
por Jesucristo con su vida.
Y es para que sigamos
viviendo en esta luz y este amor, que disfrutamos antes de la fundación del
mundo, que el Padre Celestial, vino en la persona de Jesucristo, para
ofrecernos la redención. Como dice la palabra:
Dando gracias al Padre que nos
hizo dignos para participar en la herencia de los santos en luz; que nos libró de la potestad de las tinieblas, y nos traspasó en el
Reino de su amado Hijo,
en el cual tenemos redención por su sangre, la
remisión de pecados. Colossenses 1:12-14.
Por lo tanto, Jesús es
el buen regalo y el regalo perfecto que vino de lo alto para redimirnos.
Toda buena dádiva, y todo don
perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las lumbres, en el cual no
hay mudanza, ni sombra de variación.Tiago 1:17.
Según nos
escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él en caridad; Efésios 1:4.
Así, antes de que
existiera el mundo, el amor reinaba supremo en la casa del Padre Celestial.
Pero uno de los hijos
del Padre Celestial deseaba el conocimiento del bien y del mal. Y trajo
consigo, por la fe, a la tercera parte de los ángeles celestiales a las
tinieblas. Es lo que nos enseña el Espíritu Santo de la Verdad desde
Apocalipsis Apocalipse 12:3,4,
que dice:
Y apareció otra señal en el
cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez
cuernos, y en sus cabezas siete diademas. Y su cola
arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra
Apocalipse 12:3,4. Estrellas
son los ángeles Apocalipse 1:20.
Y fue lanzado fuera aquel gran
dragón, que es la serpiente antigua, que es llamado diablo y el Satanás, el
cual engaña al mundo entero; y fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron
derribados con él. Apocalipse 12:9.
Pues bien, entended
por el poder del Espíritu Santo de la Verdad, que si la tercera parte de los
ángeles vino con el dragón a las tinieblas, eso quiere decir que las dos
terceras partes quedaron en la casa celestial, continuando en el amor y la luz
de Dios Padre.
Así, Jesucristo es la
imagen de Dios Padre Celestial, que aquí en la oscuridad, representa para
nosotros, esas dos terceras partes de los ángeles, que permanecen en luz, paz y
amor, en armonía en la casa celestial.
Por eso Jesucristo
dice:
Padre justo, el mundo no te ha
conocido, mas yo te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste;
y yo les he manifestado tu Nombre, y lo manifestaré
aún; para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
João 17:25,26.
Ahora pues, Padre, clarifícame
tú cerca de ti mismo de aquella claridad que tuve cerca de ti antes que el
mundo fuese.
João 17:5.
De esta forma, antes
de que existiera el mundo que conocemos, hubo un juicio inicial, donde el
Dragón y sus ángeles, entre ellos nosotros los seres humanos, se alejaron de la
convivencia de la casa del Padre Celestial.
Y es a partir de este
juicio inicial que llegamos a vivir y depender del Dragón; que una vez en la
oscuridad comienza la fundación del mundo que conocemos.
Con la fundación de
este mundo tal como lo conocemos, perdemos el conocimiento de la casa
celestial. Y ahora, el trevas, o Dragão, se convierte para nosotros en la
persona de Dios Criador del bien y del mal.
Y el Creador del bien
del mal, en Génesis, usando la vida humana para contar su historia, en forma de
parábolas, comienza su defensa ante el Padre Celestial.
Como dice
textualmente:
Masquil de Asaf. Escucha,
pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en parábola; hablaré enigmas del tiempo antiguo. Las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres
nos las contaron.
No las encubriremos a sus hijos, contando a la
generación venidera las alabanzas del SEÑOR, y su fortaleza, y sus maravillas
que hizo. Salmos 78:1-4.
Con la persona del
Creador vino también la persona de nuestro Salvador.
Y así, por la fe, el
Creador atrajo a la tercera parte de los ángeles del cielo a su experiencia del
conocimiento del bien y del mal en la oscuridad. Asimismo, Jesucristo, por la
fe, debe convencernos de que regresemos a nuestro hogar celestial en la luz.
Así tenemos que Adán
fue el primer ser humano en tener en sí mismo la semilla de nuestra salvación,
Jesucristo. Adán es el padre de la humanidad tal como la conocemos.
Así también está escrito: Fue
hecho el primer hombre Adán en alma viviente; el postrer Adán, en Espíritu
vivificante.
Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal;
luego lo espiritual. El primer hombre, es
de la tierra, terrenal; el segundo hombre es el Señor, del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual
el celestial, tales también los celestiales.
Y como trajimos la imagen del terrenal,
traeremos también la imagen del celestial. 1 Coríntios
15:45-49.
Con la historia de
Adán y Eva, el Creador comienza sus parábolas.
Se convierte para la
humanidad en la persona de Dios Padre. Y busca, por las injusticias que
practica contra sus criaturas, demostrar que Dios, el Padre celestial, ha sido
injusto con él y sus ángeles caídos.
Por eso comienza la
historia de Adán y Eva, colocando una serpiente en el paraíso para probar a sus
hijos; Una fruta envenenada, entre las buenas, para que vuestros hijos mueran
comiéndola; Todas estas cosas para transmitir la idea de Dios, como un padre
cruel e injusto para con sus hijos.
Él, el Dragón Creador,
hace todo esto para decir que fue agraviado al tener que dejar el cielo, solo
porque conocía el bien y el mal.
Por eso, el Espíritu
Santo de la Verdad nos recuerda:
El que hace pecado, es del
diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de
Dios, para que deshaga las obras del diablo. 1 João 3:8.
Entonces, el Espíritu
Santo de la Verdad nos guía:
Vosotros que estáis
atrapados en la práctica de alguna carnalidad (Gálatas 5:17-21), en algún
comportamiento que os obliga a alejaros del amor del Padre Celestial,
testificado por Jesucristo; No tenga miedo de aceptar el testimonio de amor del
Padre Celestial en su vida. No tenga miedo de aceptar a Jesucristo para que lo
recoja y lo lleve de regreso a su hogar celestial.
Y yo sé que en mí (es a saber,
en mi carne) no mora el bien, porque tengo el querer, mas efectuar el bien no
lo alcanzo.
Porque no hago el bien que quiero; pero el mal
que no quiero, éste hago. Y si hago lo
que no quiero, ya no obro yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley:
Que el mal me es propio. Porque con el
hombre interior, me deleito con la ley de Dios; mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi
mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará del
cuerpo de esta muerte? La gracia de Dios,
por Jesús, el Cristo o el Ungido , Señor nuestro. Así que, yo mismo con la
mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado. Romanos 7:18-25.
Por eso, sabes que la
carnalidad que te da cariño en ese momento te abandonará con el paso de los
días. Pero el amor del Padre Celestial, que os satisface, es para siempre.
Sin embargo, si está
ligado por la necesidad del afecto a la carnalidad, y por tanto no puede
soportar la palabra de Dios Padre Celestial, testimoniada por Jesucristo, que
nos salva; no te rindas, persiste en creer en Jesucristo.
Porque la carne codicia contra
el Espíritu, y el Espíritu contra la carne; y estas cosas se oponen la una a la
otra, para que no hagáis lo que quisierais. Pero si sois
guiados del Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, disolución,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas;
de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales
cosas no heredarán el Reino de Dios. Gálatas 5:17-21.
Sí, Gálatas 5:17-21, sólo aquellos que
de ninguna manera aceptan la salvación de Jesucristo no heredarán el reino de
Dios; Porque ved la declaración del Espíritu Santo de la Verdad:
Y oyéndolo Jesús, les dice:
Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que tienen mal. No he venido
a llamar a los justos, sino a los pecadores a enmienda. Marcos 2:17.
Por tanto, con base en
las palabras de Jesucristo en Marcos Marcos 2:17, es claro que todos los
seres humanos, de alguna manera, cometemos las obras de la carne, enumeradas en
Gálatas Gálatas 5:17-21;
Sin embargo, sólo quien no se arrepienta, en el curso de su vida, según el
testimonio del amor del Padre Celestial, vivido por Jesucristo, no podrá
heredar el reino de Dios.
Therefore, again the
Lord Jesus Christ says:
Andad pues, y aprended qué
cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio; porque no he venido a llamar a
los justos, sino a los pecadores a arrepentimiento. Mateus 9:13; Lucas 5:31,32.
Todo lo que el Padre me da,
vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la
voluntad del que me envió. Y esta es la
voluntad del que me envió, del Padre: Que de todo lo que me diere, no pierda de
ello, sino que lo resucite en el día postrero.
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que
todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré
en el día postrero. João 6:37-40.
Entonces, ustedes que
están involucrados en las obras de la carne, no teman consultar a su médico,
Jesucristo. Porque tú, solo tú no heredarás el reino del Padre Celestial, si no
aceptas el trato del Salvador Señor Jesucristo.
Así, todo aquel que se
acerque a Jesucristo verá que el cariño que le ofrece la carnalidad, para
alejarlo del amor del Padre Celestial, morirá con el paso de los días. Pero si
te bañas diariamente en la sangre de Jesucristo para tu higiene espiritual,
eventualmente resultará en tu salvación. Porque la necesidad del afecto
pecaminoso de la carne muere en el tiempo. Pero el amor del Padre Celestial,
testificado por Jesucristo, prevalecerá eternamente; Romanos 7:18-25.
Luego, después de
llevar a sus criaturas al pecado, el Dragón Creador les aplica la sentencia de
expulsión del paraíso.
Hizo y hace esto
porque quiere demostrar que el Padre Celestial fue injusto con él; Como él, el
Creador de la carne es injusto con sus criaturas.
El Dragón Creador
busca justificarse, haciéndonos creer que es necesario conocer el mal para
valorar el bien; Es necesario conocer la muerte, valorar la vida.
Entonces, cuando sus
hijos en Génesis hacen el mal, son recompensados con
dolor, sufrimiento y muerte. Gênesis 3:19.
Y dijo el SEÑOR Dios: He aquí
el hombre es como uno de nosotros sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, para
que no meta su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para
siempre; y lo sacó el SEÑOR del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que
fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre,
y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una llama de cuchillo que
andaba en derredor para guardar el camino del árbol de la vida. Gênesis 3:22-24.
Así, a partir de Gênesis 3:22-24 queda clara la
injusticia del Creador con sus criaturas.
Las criaturas son
expulsadas del paraíso por adquirir el conocimiento del bien y del mal,
siguiendo el ejemplo de su Creador.
El Creador, con esta
parte de la parábola de la vida humana, dice que es inocente, por haber
conocido el mal; así como Adán y Eva son inocentes, habiendo caído en la
tentación de la serpiente.
Entonces, en respuesta
a las afirmaciones del Dragón Creador de Carne; Quien hace una comparación
entre su comportamiento hacia su creación y el comportamiento del Padre
Celestial hacia Él; Jesucristo, imagen del Padre Celestial, con su testimonio
de vida, demuestra que Dios, el Padre Celestial, prefiere morir con los brazos
abiertos en la cruz, que practicar cualquier mal que pueda dañar a sus hijos.
Con eso, cae al suelo, todo el argumento del Maligno.
Por eso declara el
Espíritu Santo de la Verdad:
Así que, por cuanto los hijos
participan de carne y sangre, El (Jesucristo) también participó de lo mismo,
para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo, y librar a los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida
sujetos a servidumbre. Hebreus 2:14,15.
Porque el Emperador de
la muerte, pretendiendo ser el único Dios, declaró:
Ved ahora que yo, yo soy, y no
hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no
hay quien pueda librar de mi mano. Deuteronômio 32:39.
En respuesta a la
declaración de Deuteronômio 32:39,
Jesucristo dijo a los israelitas acerca de su Dios:
¿Por qué no reconocéis mi
lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra. Vosotros de
vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir.
El, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque
no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso,
y padre de mentira . Y porque yo digo
Verdad, no me creéis. João 8:43-45.
Por lo tanto, fue en
la cruz que Jesucristo destruyó el poder que el Diablo tenía sobre nosotros,
sus criaturas mortales.
Como dijo Jesucristo:
Ahora es el juicio de este
mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traeré a mí mismo.
João 12:31,32.
Así aprendemos del
Espíritu Santo de la Verdad:
Rayendo la cédula de los
decretos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio
y clavándola en el madero; y despojando los
principados y las potestades, sacándolos a la vergüenza en público,
confiadamente triunfando de ellos en él. Colossenses 2:14,15.
Y él os hizo vivir a vosotros,
estando muertos en vuestros delitos y pecados, en que en otro
tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo, conforme a la
voluntad del príncipe de la potestad de este aire, el espíritu que ahora
obra en los hijos de incredulidad, entre
los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de
nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y éramos por
naturaleza hijos de ira, también como los demás.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su
mucha caridad con que nos amó, aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con el Cristo; por
cuya gracia sois salvos; y juntamente nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en lugares celestiales en Cristo Jesús,
para mostrar en los siglos venideros las
abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús. Porque por gracia sois salvos por
la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Efésios 2:1-8.
Resta, hermanos, que tengáis
gozo, seáis perfectos, tengáis consolación, sintáis una misma cosa, tengáis
paz; y el Dios de paz y de caridad sea con vosotros. 2 Coríntios 13:11.
En la caridad no hay temor;
mas la perfecta caridad echa fuera el temor; porque el temor tiene pena; de
donde el que teme, no está completo en caridad. 1 João 4:18.
La caridad es sufrida, es
benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sin razón, no se
envanece;
no es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita,
no piensa mal; no se recrea de la
injusticia, mas se recrea de la verdad; todo
lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Coríntios 13:4-7.
1 Coríntios 13:4-7 fue lo que el
Padre Celestial, en la persona del hijo Jesucristo, vino a probarnos.
Por eso, dice el
Espíritu Santo de la Verdad:
El que cree en el Hijo, tiene
vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida, sino que la ira
de Dios permanece sobre él. João 3:36.
Por lo cual alegraos, cielos, y
los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el
diablo ha descendido a vosotros, teniendo gran ira, sabiendo que tiene poco
tiempo. Apocalipse 12:12.
Y la Historia Sagrada
nos enseña:
Dios celoso y vengador es el
SEÑOR; vengador es el SEÑOR, y Señor de ira; el SEÑOR, que se venga de sus
adversarios, y que guarda su enojo para sus enemigos. Naum 1:2.
Sabiendo esto, es
imperativo que busquemos la salvación y nuestra redención con Jesucristo.
Porque nada impide nuestra salvación, excepto nuestra persistencia en la
práctica del mal. Y el mal que hacemos es la cuerda que el Dragón nos ofrece
para que nos condenemos al infierno, para que tenga poder absoluto sobre
nosotros. Y allí será el llanto y el crujir de dientes.
Y será que de luna nueva en
luna nueva, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí,
dijo el SEÑOR.
Y saldrán, y verán los cadáveres de los varones
que se rebelaron contra mí, porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se
apagará; y serán abominables a toda carne. Isaías 66:23,24.
Y si tu ojo te hace caer,
sácalo: mejor te es entrar al Reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos
ser echado a la Gehena;
donde el gusano de ellos no muere, y el fuego
nunca se apaga. Marcos 9:47,48.
In this way, the
crucifixion of Jesus Christ, is the extreme cry of God the Father, to deliver
us from hell. A terrifying cry that if we are not saved with Jesus Christ,
through his testimony of the Heavenly Father's love, we will surely be brought
to the second death.
Porque el mal que
opera en nosotros es inherente a nuestra naturaleza física, motivado por la ley
de supervivencia, o por el orgullo y la vanidad que adquirimos al nacer en esta
naturaleza, como producto de nuestro Dragón Creador.
Porque las criaturas sujetas
fueron a vanidad, no de su voluntad, sino por causa del que las sujetó, con esperanza que también las mismas criaturas serán libradas de la
servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Porque ya sabemos que todas las criaturas gimen
(a una), y (a una) están de parto hasta ahora. Y no sólo ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias
del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos esperando la
adopción, es a saber , la redención de nuestro cuerpo. Romanos 8:20-23.
Así que, mientras no
llega el día de nuestra redención, prestemos atención a las parábolas de la
Historia Sagrada, que dice:
Y vio el SEÑOR que la malicia
de los hombres era mucha sobre la tierra, y que todo el intento de los
pensamientos del corazón de ellos ciertamente era malo todo el tiempo. Y se arrepintió el SEÑOR de haber hecho hombre en la tierra, y le pesó
en su corazón. Y dijo el SEÑOR: Raeré los
hombres que he creado de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la
bestia, y hasta el animal y hasta el ave de los cielos; porque me arrepiento de
haberlos hecho. Pero Noé halló gracia en
los ojos del SEÑOR. Gênesis 6:5-8.
Pienso que los que
llegaron hasta aquí, y recibieron el conocimiento del Espíritu Santo de la
Verdad, que es Jesucristo, como dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida;
nadie viene al Padre sino por mí.” Juan João 14:6. Ya entendiste que el
Creador de la carne es el Diablo.
Por eso el Espíritu Santo de
la Verdad nos enseña:
Así que, por cuanto los hijos
participan de carne y sangre, él (Jesucristo) también participó de lo mismo,
para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo, Hebreus 2:14.
Después de todo lo dicho, se puede entender, que
cualquier ser humano tiene la capacidad de percibir, que el diluvio de Gênesis 6:5-8, fue
sólo una de las obras del Diablo; entre todos los demás que causan la muerte de
los seres vivos. Deuteronomio Deuteronômio 32:39.
También entendieron que el
Diablo es el emperador de la muerte, el gran Dragón, como nos enseña el
apocalipsis. Vea:
Y fue lanzado fuera aquel gran
dragón, que es la serpiente antigua, que es llamado diablo y el Satanás, el
cual engaña al mundo entero; y fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron
derribados con él. Apocalipse 12:9.
Entonces, de ahora en
adelante, puedes entender que esta precipitación de una tercera parte de los
ángeles del cielo con el Dragón en la oscuridad, por lo tanto en el planeta
Tierra, fue el juicio inicial.
Comprenda de esto, que si hubo
un juicio inicial, ciertamente tendrá que haber un juicio final. Y para que
entiendas este juicio final, necesitamos estudiar Historia Sagrada.
Como hemos visto, la Historia
Sagrada comienza con Adán y Eva, porque en ellos residió la simiente de nuestro
Salvador Jesucristo. Así, de generación en generación, los patriarcas que
custodiaron la semilla de nuestra salvación fueron los que plasmaron la
Historia Sagrada.
Por lo tanto, cuando el
Creador afirma no destruir a Noé y su familia, por benevolencia; La verdad es
que el Creador no pudo destruir a la humanidad hasta que conocimos a nuestro
Salvador, Jesucristo, y su testimonio del amor del Padre Celestial.
Así que olvida la idea de que
Noé y su familia eran mejores que los demás seres humanos que perecieron en esa
ocasión.
Asimismo, la santidad no es la
razón por la que Abram fue elegido y no será la razón por la cual los
israelitas, sus descendientes, serán considerados un pueblo santo.
La razón de estas elecciones
radica en que de ellas nacerá el Salvador de la humanidad.
Por eso, entre tantos seres
humanos, Abram es elegido para continuar la Historia Sagrada. Porque en Abram,
así como en Noé, estaba la simiente de Jesucristo.
Veamos, entonces, cómo el
Creador de los mortales se dirige a Abram:
Después de estas cosas vino la
palabra del SEÑOR a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu
escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió
Abram: Señor DIOS ¿qué me has de dar, siendo así que yo ando solo, y el
mayordomo de mi casa es el damasceno Eliezer? Dijo más Abram: He aquí no me has dado simiente, y he aquí el hijo de mi
casa me hereda. Y luego la palabra del
SEÑOR vino a él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus
entrañas, aquél te heredará. Y le sacó
fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes
contar. Y le dijo: Así será tu simiente. Y
creyó al SEÑOR, y se lo contó por justicia. Y le dijo: Yo soy el SEÑOR, que te saqué de Ur de los caldeos, para
darte a heredar esta tierra. Y él
respondió: Señor DIOS ¿en qué conoceré que la tengo de heredar? Y le dijo: Apártame una becerra de tres años, y una
cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un
palomino.
Y tomó él todas estas cosas, y las partió por la
mitad, y puso cada mitad una enfrente de otra; mas no partió las aves.
Y descendían aves sobre los cuerpos muertos, y
las ojeaba Abram. Y fue que poniéndose el
sol cayó sueño sobre Abram, y he aquí que un temor, una oscuridad grande cayó
sobre él.
Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu
simiente será peregrina en tierra no suya, y les servirán, y serán afligidos
cuatrocientos años. Mas también a la
gente a quien servirán, juzgo yo; y después de esto saldrán con grande riqueza.
Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás
sepultado en buena vejez. Y en la cuarta
generación volverán acá; porque aun no está cumplida la maldad del amorreo
hasta aquí.
Y sucedió que puesto el sol, y hubo una
oscuridad, y he aquí un horno de humo, y una antorcha de fuego que pasó por
entre las mitades. Aquel día hizo el
SEÑOR pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el río de
Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; al cineo, y al cenezeo, y al cadmoneo,
al heteo, y al ferezeo, y al rafeo, y al amorreo, y al cananeo, y al gergeseo, y al
jebuseo. Gênesis 15:1-21.
Y desde entonces, el Dios
Creador de los seres vivos ha sido llamado el Dios de Abram.
Y el Dios de Abram cambió el
nombre de Abram a Abraham, cuando dijo:
Y no se llamará más tu nombre
Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre
de gentiles.
Gênesis 17:5.
Aquel día hizo el SEÑOR pacto
con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el río de Egipto hasta
el río grande, el río Eufrates; al cineo, y al cenezeo, y
al cadmoneo,
al heteo, y al ferezeo, y al rafeo, y al amorreo, y al cananeo, y al gergeseo, y al
jebuseo. Gênesis 15:18-21.
Estad atentos a esta
alianza que el Creador hizo con Abram, porque de ella vendrá el fratricidio
universal del tiempo del fin, por obra del error.
Así, continuando en la
Historia Sagrada, la historia de los patriarcas que guardaron la semilla de
nuestra salvación; veremos que el primer hijo de Abraham fue Ismael.
Según la costumbre, le
correspondería a Ismael recibir la bendición de la primogenitura, pero debido a
la simiente de Jesucristo, el que recibirá la bendición de la primogenitura
será Isaac.
En ese momento de la
Historia Sagrada, recibir la bendición de la primogenitura significaba ser
bendecido por el Dios de Abraham.
Y el Dios de Abraham
está usando la Historia Sagrada para manifestar que fue agraviado por Dios
Padre Celestial.
Luego nos cuenta la
historia de Caín y Abel. Nótese que Caín representa al Creador, quien presenta
los frutos de la tierra a su padre. Mientras que Abel representa al Salvador, y
presenta un sacrificio espiritual. Mirar:
Y conoció Adán a su mujer Eva,
la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: He ganado varón por el SEÑOR. Y otra vez dio a luz a su hermano Abel. Y fue Abel pastor de ovejas, y
Caín fue labrador de la tierra. Y
aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra presente al
SEÑOR. Y Abel trajo también de los
primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró el SEÑOR a Abel y a su
presente; y a Caín y a su presente no
miró. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Gênesis 4:1-5.
La idea que el Creador
nos quiere transmitir es que el mal apareció en Caín, porque Dios fue injusto
con Él, en relación al trato que le dio a Abel.
Esta misma idea nos la
vuelve a dar el Creador, cuando en la historia de Ismael e Isaac. Mirar:
Y vio Sara al hijo de Agar la
egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, que se burlaba. Por tanto dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo; que el hijo de
esta sierva no ha de heredar con mi hijo, con Isaac. Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a
causa de su hijo. Entonces dijo Dios a
Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo
que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.
Y también al hijo de la sierva pondré en gente,
porque es tu simiente. Entonces Abraham
se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar,
poniéndolo sobre su hombro, y le entregó al muchacho, y la envió. Y ella fue, y
se perdió en el desierto de Beerseba. Gênesis 21:9-14.
Sin embargo, es en la
historia de los hijos de Isaac, Esaú y Jacob, que esta manifestación aparecerá
claramente.
El Dragón Creador de
los seres vivos, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, está utilizando
a estos patriarcas de la Historia Sagrada, para quejarse de la forma en que era
considerado en relación con el Salvador Jesucristo.
Considere el caso de
Esaú y Jacob:
Isaac, el hijo de
Abraham, tiene dos hijos. Esaú nació primero y debería haber recibido la
bendición de la primogenitura. Sin embargo, Jacob es quien, a través de la
astucia, recibirá la bendición.
Entonces se estremeció Isaac
con grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que tomó caza,
y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le bendije, y será bendito.
Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó
con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo a su padre: Bendíceme
también a mí, padre mío. Y él dijo: Vino
tu hermano con engaño, y tomó tu bendición. Y él respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, que ya me ha engañado dos
veces; me tomó mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y
dijo: ¿No has guardado bendición para mí? Isaac
respondió y dijo a Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado
por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he fortelecido, ¿qué,
pues, te haré a ti ahora, hijo mío?
Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más que
una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú
su voz, y lloró. Entonces Isaac su padre
habló y le dijo: He aquí será tu habitación en grosuras de la tierra, y del
rocío de los cielos de arriba; Gênesis 27:33-39.
Y tal como sucedió en el caso
de Caín y Abel, Ismael e Isaac, y ahora en el de Esaú y Jacob, el Creador da a
entender que Él es quien debe ser bendecido por Dios Padre Celestial, y no
Jesucristo.
Es una denuncia insistente,
que sólo perderá su sentido cuando Dios Padre Celestial, usando su imagen, la
persona de Jesucristo, nuestro Salvador, muera en la cruz, con los brazos
abiertos. Y con esto demuestra que preferiría sufrir y morir antes que hacer el
mal a sus hijos.
Por lo tanto, el mensaje del
Padre Celestial es claro; El Padre Celestial está con los brazos abiertos para
cualquiera de sus hijos, incluido el Dios de los vivos, siempre que, para ello,
nos arrepintamos de la práctica de la malignidad; y, en posesión del testimonio
del amor del Padre, manifestado por Jesucristo, volvamos a la patria celestial.
De volta à História Sagrada. E
nela veremos que Jacó, filho de Isaque e neto de Abraão, agora se chama Israel,
veja:
Y él dijo: No se dirá más tu
nombre Jacob, sino Israel; porque has peleado con Dios y con los hombres, y has
vencido. Gênesis 32:28.
Y desde entonces, el
Creador, Dios de Abraham, Isaac y Jacob, es llamado Dios de Israel.
El Dios de Israel le
prometió a Abraham que después de cuatrocientos años regresaría para
presentarse a uno de sus descendientes.Gênesis 15:1-21.
Como está escrito:
Entonces dijo a Abram: Ten por
cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y les servirán, y
serán afligidos cuatrocientos años. Mas también a
la gente a quien servirán, juzgo yo; y después de esto saldrán con grande
riqueza.
Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás
sepultado en buena vejez.Y en la cuarta generación volverán acá; porque aun no
está cumplida la maldad del amorreo hasta aquí. Gênesis 15:13-16.
Como en verdad habían pasado
cuatrocientos años, se presentó a Moisés, un israelita, descendiente de
Abraham, en estos términos:
Y apacentando Moisés las
ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas detrás del
desierto, y vino a Horeb, monte de Dios. Y se le
apareció el Angel del SEÑOR en una llama de fuego en medio de un zarzal; y él
miró, y vio que el zarzal ardía en fuego, y el zarzal no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré esta grande
visión, por qué causa el zarzal no se quema. Y viendo el SEÑOR que iba a ver, lo llamó Dios de en medio del zarzal, y
dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te llegues acá; quita tus zapatos de tus
pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es . Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham,
Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo
miedo de mirar a Dios. Y dijo el SEÑOR:
Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor
a causa de sus exactores; por lo cual yo he entendido sus dolores. Y he descendido para librarlos de mano de los
egipcios; yo los sacaré de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra
que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del
ferezeo, del heveo, y del jebuseo. El
clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido ahora delante de mí, y también
he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven por tanto ahora, y te enviaré al Faraón, para que
saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para
que vaya al Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
Y él le respondió: Porque yo seré contigo; y
esto te será por señal de que yo te he enviado: luego que hubieres sacado este
pueblo de Egipto, serviréis a Dios sobre este monte.
Y dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los
hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a
vosotros; y si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY El que Soy. Y
dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY ( YHWH ) me ha enviado a vosotros.
Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos
de Israel: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac
y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi Nombre para siempre, y
este es mi memorial por todos los siglos. Ve,
y junta los ancianos de Israel, y diles: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el
Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, se me apareció, diciendo: De cierto os
he visitado, y visto lo que se os hace en Egipto;
y he dicho: Yo os haré subir de la aflicción de
Egipto a la tierra del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del ferezeo, y
del heveo, y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.
Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de
Israel, al rey de Egipto, y le diréis: El SEÑOR Dios de los hebreos, nos ha encontrado;
por tanto nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que
sacrifiquemos al SEÑOR nuestro Dios. Mas
yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas
mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir.
Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de
los egipcios, para que cuando os partiereis, no salgáis vacíos; sino que demandará cada mujer a su vecina y a su
huéspeda vasos de plata, vasos de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre
vuestros hijos y vuestras hijas, y despojaréis a Egipto. Êxodo 3:1-22.
Como se ha visto hasta aquí,
la Historia Sagrada no es un misterio, como predica la religión.
La Historia Sagrada es una
realidad que podría ser enseñada en todas las escuelas y colegios, respetando
la capacidad de comprensión de cada alumno.
Sí, por supuesto que fue
Jesucristo quien aclaró todo. Pero después de Jesucristo, ya no hay razón para
que la religión llame a la Historia Sagrada el misterio de la fe.
La Historia Sagrada se reduce
básicamente a esto: El Creador de los mortales, se retiró de la casa celestial,
con el pretexto de educar a la tercera parte de los ángeles del cielo, quienes,
confiando por la fe en sus declaraciones, vinieron con Él. Y así, una vez en la
oscuridad llegamos a conocer el bien y el mal. Gênesis 3:22-24.
Comprendió también el lector
que el Creador de la muerte, por lo que también se le llama Muerte, se ofendió
por haberse separado de las dos terceras partes de la corte celestial, que
permanecieron viviendo en la luz y el amor del Padre Celestial.
El lector notó también que
Dios Padre Celestial condicionó esta separación del Creador, la venida con Él,
y Sus ángeles, de aquel que es imagen del Padre Celestial, Jesucristo,
encargado de nuestra Redención.
Seguramente el lector entendió
aún, que en Adán, Jesucristo comienza la sagrada historia de nuestra salvación;
nuestro retiro del poder del Emperador de la muerte, a saber: Del todopoderoso
Dragón, Creador de la muerte, el fundador del mundo perecedero tal como lo
conocemos.
Que, por tanto, desde Adán, la
Sagrada Historia de nuestra salvación, caminó por los patriarcas descendiendo
de Adán, hasta llegar a Noé.
El lector entendió que Noé y
su familia fueron preservados del diluvio con agua, no porque fueran mejores
que otros seres vivientes, que murieron en el diluvio. Pero sí, porque en ellos
estaba la semilla de nuestro salvador.
Que, por tanto, el mundo de
Noé, no pudo ser destruido, ante el Padre Celestial, en la persona de
Jesucristo, testificó, a todos los mortales, su amor por nosotros.
Sin embargo, ahora, después de
conocer el testimonio del amor del Padre Celestial, vendrá el Juicio Final.
Por eso Jesucristo dice:
Porque se levantará nación
contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y
terremotos por los lugares.
Y todas estas cosas, principio de dolores.
Entonces os entregarán para ser afligidos, y os
matarán; y seréis aborrecidos de todas las naciones por causa de mi nombre.
Muchos entonces serán escandalizados; y se
entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a
muchos. Y por haberse multiplicado la
maldad, la caridad de muchos se enfriará.
Mas el que perseverare hasta el fin, éste será
salvo.
Y será predicado este Evangelio del Reino en
el mundo entero, por testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Mateus 24:7-14.
Porque de la manera que en
Adán todos mueren, así también en el Cristo todos serán vivificados. Mas cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de
Cristo, en su venida.
Luego el fin; cuando entregará el Reino al Dios
y al Padre, cuando quitará todo imperio, y toda potencia y potestad.
Porque es necesario que él reine, hasta poner a
todos sus enemigos debajo de sus pies. Y
el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte.1 Coríntios
15:22-26.
Y así, de generación
en generación, la semilla de nuestra salvación, caminó con los patriarcas
descendientes de Noé, hasta llegar a Abram.
Y después de caminar con
Abram, comenzó a caminar con otro patriarca que tenía la simiente de nuestra
salvación, el hijo de Abram llamado Isaac.
Y así fue, que el Dios
de Abram llegó a ser llamado el Dios de Isaac.
Y en la continuación
de la Historia Sagrada, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, camina con Jacob,
hijo de Isaac, y cambia su nombre por el de Israel. Gênesis 32:28.
Y desde entonces, del
patriarca Jacob, nació el pueblo de Israel. Personas consideradas santas, no
porque sean mejores que sus hermanos de otras naciones. Pero eso sí, por ser
pueblo del linaje de Jesucristo, nuestro Salvador. Deuteronômio 14:2.
Por lo tanto, como
informamos anteriormente, en Éxodo Êxodo 3:1-22, el Creador, el Dios de
Abram, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, ahora el Dios del pueblo de Israel,
se le apareció a Moisés; un israelita, descendiente de Abram.
Y la razón de la
aparición de Dios Abram, Dios de Isaac, Dios de Jacob a Moisés, no fue para
darnos diez mandamientos, como aparecen en Deuteronomio Deuteronômio 5:1-21; Êxodo 20:1-17; donde los escribas,
escritores israelitas buscaban transmitir la idea de que su Dios es un dios de
justicia, a todas las naciones. ¡Donde no matarás! Es uno de los mandamientos
escritos en Êxodo 20:13;
Deuteronômio 5:17.
Por lo tanto, el
motivo de la aparición del Dios de Abram, Isaac y Jacob a Moisés fue para
cumplir el pacto que hizo con Abraham. Aunque Jesucristo, en los días de su
testimonio del amor del Padre Celestial, hizo suyos aquellos mandamientos
elaborados por los escribas israelitas. Mateo Mateus 5:1-48.
Así dijo Jesús acerca
de los mandamientos escritos en Deuteronômio 5:1-21; Êxodo 20:1-17:
No penséis que he venido para
desatar la ley o los profetas; no he venido para desatarla, sino para
cumplirla.
Porque de cierto os digo, que hasta que perezca
el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde perecerá de la Ley, hasta que
todas las cosas sean cumplidas. De manera
que cualquiera que desatare uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el Reino de los cielos; mas
cualquiera que los hiciere y los enseñare, éste será llamado grande en el Reino
de los cielos. Mateus 5:17-19.
Sin embargo, respecto
a las palabras de Jesucristo, ahora sabemos, por el poder del Espíritu Santo de
la Verdad, que en el pacto que el Dios de Abram hizo con los israelitas,
grabado en las tablas de piedra de Moisés, en contra del mandamiento escrito en
Êxodo 20:13; Deuteronômio 5:17 ¡No matarás!
Estaba escrito que era para matar y exterminar a todos los pueblos mencionados
en el pacto hecho con Abram.
Así que veamos el
verdadero pacto que hizo Jehová con el pueblo de Israel, y solo con el pueblo
de Israel y ningún otro pueblo.
Y el SEÑOR dijo a Moisés:
Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y yo escribiré sobre esas
tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. Prepárate, pues, para mañana, y sube por la mañana al monte de Sinaí, y
preséntate ante mí sobre la cumbre del monte. Y no suba hombre contigo, ni aparezca alguno en todo el monte; ni ovejas
ni bueyes pazcan delante del monte. Y él
alisó dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó por la mañana, y
subió al monte de Sinaí, como le mandó el SEÑOR, y llevó en su mano las dos
tablas de piedra. Y el SEÑOR descendió en
una nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de YO SOY.
Y pasando el SEÑOR por delante de él, proclamó:
Yo soy el SEÑOR, YO SOY fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y
grande en misericordia y verdad; que
guardo la misericordia en millares, que suelto la iniquidad, la rebelión, y el
pecado, y que de ningún modo absolveré al malvado ; que visito la iniquidad de
los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y
cuarta generación. Entonces Moisés,
apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró. Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus
ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque este es pueblo de dura
cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y poséenos. Y él dijo: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu
pueblo: haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación
alguna; y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra del SEÑOR;
porque ha de ser cosa terrible la que yo haré contigo. Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de
delante de tu presencia al amorreo, y al cananeo, y al heteo, y al ferezeo, y
al heveo, y al jebuseo.
Guárdate que no hagas alianza con los moradores
de la tierra donde has de entrar, para que no sean por tropezadero en medio de
ti; mas derribaréis sus altares, y
quebraréis sus imágenes, y talaréis sus bosques; porque no te inclinarás a dios ajeno; que el SEÑOR, cuyo nombre es
Celoso, Dios celoso es.
Por tanto no harás alianza con los moradores de
aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y sacrificarán a sus
dioses, y te llamarán, y comerás de sus sacrificios. O tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando
sus hijas en pos de sus dioses, harán también fornicar a tus hijos en pos de
los dioses de ellas. No harás dioses de
fundición para ti.
La fiesta de los ázimos guardarás: siete días
comerás pan sin levadura, según te he mandado, en el tiempo del mes de Abib;
porque en el mes de Abib saliste de Egipto. Todo lo que abre matriz, mío es; y de tu ganado todo primerizo de vaca o
de oveja que fuere macho. Pero redimirás
con cordero el primerizo del asno; y si no lo redimieres, le has de cortar la
cabeza. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y no serán vistos vacíos
delante de mí. Seis días obrarás, mas en
el séptimo día cesarás; cesarás aun en la arada y en la siega. Y te harás la fiesta de las semanas a los principios
de la siega del trigo; y la fiesta de la cosecha a la vuelta del año. Tres veces en el año será visto todo varón tuyo
delante del Señoreador DIOS, El Dios de Israel. Porque yo arrojaré los gentiles de tu presencia, y ensancharé tu
término; y ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto
delante del SEÑOR tu Dios tres veces en el año. No ofrecerás sobre leudo la sangre de mi sacrificio; ni quedará de la
noche para la mañana el sacrificio de la fiesta de la pascua. El principio de los primeros frutos de tu tierra
meterás en la Casa del SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su
madre. Y el SEÑOR dijo a Moisés: Escribe
tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho el pacto contigo y
con Israel. Êxodo 34:1-27.
Y además, Jehová
determinó a los israelitas:
Solamente de las ciudades de
estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás
con vida;
del todo los destruirás: al heteo, y al amorreo,
y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo, como el SEÑOR tu Dios te
ha mandado; Deuteronômio 20:16,17.
Cuando te acercares a una
ciudad para combatirla, le intimarás la paz. Y será que , si
te respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te
serán tributarios, y te servirán. Mas si
no hiciere paz contigo, y emprendiere contigo guerra, y la cercares, y el SEÑOR tu Dios la entregare en tu mano, entonces
herirás a todo varón suyo a filo de espada.
Solamente las mujeres y los niños, y los
animales, y todo lo que hubiere en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para
ti; y comerás del despojo de tus enemigos, los cuales el SEÑOR tu Dios te
entregó. Así harás a todas las ciudades
que estuvieren muy lejos de ti, que no fueren de las ciudades de estos
gentiles.
Solamente de las ciudades de estos pueblos que
el SEÑOR tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida; Deuteronômio 20:10-16.
Por lo tanto, fue un
pacto hecho solo con el pueblo israelita. Donde la determinación principal, muy
contraria al mandamiento, No matarás, que aparece Êxodo 20:13; Deuteronômio 5:17, no era solo para
matar, sino para exterminar a todos los pueblos de la tierra prometida,
nombrados en el pacto hecho con Abram, incluyendo sus animales. Y los demás
pueblos lejanos, debería ser esclavizados, o en caso de resistencia,
exterminados.
Y fue en obediencia a
este pacto registrado en las tablas de piedra de Moisés, que Josué, fiel
seguidor del pacto, como se ve en Josué 1:1-3, salió a exterminar a
los demás pueblos.
Y aconteció después de la
muerte de Moisés siervo del SEÑOR, que El SEÑOR habló a Josué hijo de Nun,
criado de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha
muerto; levántate pues ahora, y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la
tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare
la planta de vuestro pie. Josué 1:1-3.
Y Josué cumplió
fielmente lo determinado en el pacto registrado por el Dios de Israel, en las
tablas de piedra de Moisés. Vea:
Hirió pues Josué toda la
región de las montañas, y del mediodía, y de los llanos, y de las cuestas, con
todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que tenía vida mató, de la manera que
el SEÑOR Dios de Israel lo había mandado. Josué 10:40.
Y éstos son los reyes de la
tierra que hirió Josué con los hijos de Israel, del otro lado del Jordán al
occidente, desde Baal-gad en el llano del Líbano hasta el monte de Halac que
sube a Seir; la cual tierra dio Josué en posesión a las tribus de Israel,
conforme a sus repartimientos; en los montes y en los
valles, en los llanos y en las vertientes, al desierto y al mediodía; el heteo,
y el amorreo, y el cananeo, y el ferezeo, y el heveo, y el jebuseo. El rey de Jericó, uno; el rey de Hai, que está al lado
de Bet-el, otro; el rey de Jerusalén,
otro; el rey de Hebrón, otro;
el rey de Jarmut, otro; el rey de Laquis, otro;
el rey de Eglón, otro; el rey de Gezer, otro;
el rey de Debir, otro; el rey de Geder, otro;
el rey de Horma, otro; el rey de Arad, otro;
el rey de Libna, otro; el rey de Adulam, otro;
el rey de Maceda, otro; el rey de Bet-el, otro;
el rey de Tapúa, otro; el rey de Hefer, otro;
el rey de Afec, otro; el rey de Sarón, otro;
el rey de Madón, otro; el rey de Hazor, otro;
el rey de Simron-merón Samaria , otro; el rey de
Acsaf, otro;
el rey de Taanac, otro; el rey de Meguido, otro;
el rey de Cedes, otro; el rey de Jocneam de
Carmelo, otro;
el rey de Dor, de la provincia de Dor, otro; el
rey de los Gentiles en Gilgal, otro; el
rey de Tirsa, otro; treinta y un reyes en todo. Josué 12:7-24.
Por lo tanto, en
cumplimiento del pacto registrado en las tablas de piedra de Moisés, Josué no
sólo destruyó al pueblo mencionado en el pacto hecho con Abram, que pasó a
Moisés en las tablas de piedra; pero cuando Josué murió, a la edad de ciento
diez años, ya había matado treinta y un reyes y su pueblo; Y Josué, la única
razón por la que no esclavizó ni exterminó a toda la humanidad no israelita,
fue porque falleció. Mirar:
Y el pueblo había servido al
SEÑOR todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que vivieron
largos días después de Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras
del SEÑOR, que el había hecho con Israel. Y murió Josué
hijo de Nun, siervo del SEÑOR, siendo de ciento diez años.
Y lo enterraron en el término de su heredad en
Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.
Y toda aquella generación fue también recogida
con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación, que no conocía
al SEÑOR, ni la obra que él había hecho a Israel.
Y los hijos de Israel hicieron lo malo en ojos
del SEÑOR, y sirvieron a los baales. Y
dejaron al SEÑOR el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de
Egipto, y se fueron tras otros dioses, tras los dioses de los pueblos que
estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira al
SEÑOR. Juízes 2:7-12.
Por lo tanto, la ira
del Dios israelita contra el pueblo de Israel radica en que este pueblo no
quiere continuar con la matanza de otras naciones, como fue ordenado en las
tablas de piedra de Moisés y que Josué cumplió en vida. Jueces Juízes 2:7-12.
Y esto quedó claro a
partir de las declaraciones de Esdras y Nehemías. Vea:
Y acabadas estas cosas, los
príncipes se llegaron a mí, diciendo: El pueblo de Israel, y los sacerdotes y levitas,
no se han apartado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, heteos,
ferezeos, jebuseos, amonitas, y moabitas, egipcios, y amorreos, haciendo
conforme a sus abominaciones.
Porque han tomado de sus hijas para sí y para
sus hijos, y la simiente santa es mezclada con los pueblos de las tierras; y la
mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en esta
prevaricación. Lo cual oyendo yo, rasgué
mi vestido y mi manto, y arranqué de los cabellos de mi cabeza y de mi barba, y
me senté atónito. Y se juntaron a mí
todos los temerosos de las palabras del Dios de Israel, a causa de la
prevaricación de los de la transmigración; mas yo estuve sentado atónito hasta
el sacrificio de la tarde.
Y al sacrificio de la tarde me levanté de mi
aflicción; y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, me postré de rodillas, y
extendí mis palmas al SEÑOR mi Dios,
y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy
para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti; porque nuestras iniquidades se han
multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el
cielo. Desde los días de nuestros padres
hasta este día hemos estado en gran delito; y por nuestras iniquidades
nosotros, nuestros reyes, y nuestros sacerdotes, hemos sido entregados en manos
de los reyes de las tierras, a cuchillo, a cautiverio, y a robo, y a confusión
de rostro, como hoy día. Y ahora como por
un breve momento fue la misericordia del SEÑOR nuestro Dios, para hacer que nos
quedase escapadura, y nos diese estaca en el lugar de su santuario para nuestro
Dios alumbrar nuestros ojos y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre.
Porque siervos éramos; mas en nuestra
servidumbre no nos desamparó nuestro Dios, antes inclinó sobre nosotros
misericordia delante del rey de Persia, para que se nos diese vida para alzar
la Casa de nuestro Dios, y para hacer restaurar sus asolamientos, y para darnos
vallado en Judá y en Jerusalén. Mas
ahora, ¿qué diremos, oh Dios nuestro, después de esto? Porque nosotros hemos
dejado tus mandamientos, los cuales mandaste
por mano de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra a la cual entráis
para poseerla, tierra inmunda es a causa de la inmundicia de los pueblos de las
tierras, por las abominaciones de que la han llenado de un extremo a otro con
su inmundicia.
Por tanto, ahora no daréis vuestras hijas a los
hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos, ni procuraréis su
paz ni su bien para siempre; para que seáis corroborados, y comáis el bien de
la tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos para siempre. Mas después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa
de nuestras malas obras, y a causa de nuestro delito grande (ya que tú, Dios
nuestro, estorbaste que fuésemos oprimidos a causa de nuestras iniquidades, y
nos diste semejante escapadura); ¿hemos
de volver a disipar tus mandamientos, y a emparentar con los pueblos de estas
abominaciones? ¿No te ensañarías contra nosotros hasta consumirnos, sin que
quedara resto ni escapadura?
SEÑOR, Dios de Israel, tú eres justo; puesto que
nos ha quedado escapadura, como este día, henos aquí delante de ti en nuestros
delitos; porque no es posible estar delante de ti a causa de esto. Esdras 9:1-15;
Y se levantó Esdras el
sacerdote, y les dijo: Vosotros habéis prevaricado, por cuanto tomásteis
mujeres extrañas, añadiendo así sobre el pecado de Israel. Ahora pues, dad confesión al SEÑOR Dios de vuestros padres, y haced su
voluntad, y apartaos de los pueblos de las tierras, y de las mujeres
extranjeras. Y respondió toda la
congregación, y dijeron en alta voz: Así se haga conforme a tu palabra. Esdras 10:10-12.
Por lo tanto, en esa
ocasión, Esdras y Nehemías volvieron a la práctica de los mandamientos
verdaderos que estaban registrados en las tablas de piedra de Moisés, como se
determina en Deuteronômio
20:16,17 y Deuteronômio
20:10-16, que trajo órdenes explícitas de los Dios de Israel para
que todos los pueblos de la tierra prometida fueran asesinados y los demás
pueblos lejanos fueran esclavizados o exterminados.
¿Qué descubrieron
Esdras y Nehemías que los impactó hasta el punto de arrancarse el cabello de la
cabeza?
Esdras y Nehemías, al
examinar el pacto que Jehová hizo con Moisés en las tablas de piedra,
descubrieron que los escribas israelitas habían tergiversado las palabras y los
mandamientos.
Los escribas cambiaron
las determinaciones de Jehová. Y en lugar de exterminar a los pueblos de la
tierra prometida; y los demás pueblos lejanos, esclavizar o exterminar, en caso
de resistencia; Deuteronômio
20:10-17. Ellos, los israelitas, se mezclaron con estos pueblos.
Motivo por el cual
comenzaron a sufrir las maldiciones, Levítico 26:15-29; Deuteronômio 28:15-68; hasta
nuestros días.
De las declaraciones
de Esdras y Nehemías, se desprende que los israelitas sufrieron las
maldiciones, porque rehusaron continuar con la matanza que practicó Josué, e
incluso mezclaron el linaje santo con otros pueblos.
Por lo tanto, se
entiende que si Jesucristo se hubiera comportado como Esdras y Nehemías, no
habría sido crucificado sino que se le habría otorgado el dominio sobre la
humanidad porque habría adorado y servido a los propósitos del Diablo. Mirar:
Otra vez le pasó el diablo a
un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria, Y le dice: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás, que escrito
está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás. Mateus 4:8-10; Lucas 4:6-8.
Por lo tanto, debemos
estar agradecidos al pueblo de Israel, pueblo santo, por ser linaje de Jesucristo,
por haber resistido al maligno y no haber continuado con el fratricidio humano,
determinado en las tablas de piedra de Moisés. Deuteronômio 20:10-17.
Y reconocemos a
Jesucristo como nuestro salvador, por haber preferido morir antes que matar a
cualquier ser humano, testimoniando el amor del Padre Celestial por todos sus
hijos.
Y debemos reconocer al
Señor Jesucristo, como nuestro salvador, por preferir morir antes que matar a
cualquier ser humano; En testimonio del amor del Padre Celestial por todos sus
hijos indistintamente.
Queda, pues, que el
ser humano siga el ejemplo de Jesucristo, que renunció a las prácticas del
Maligno y nos determina:
Oísteis que fue dicho: Ojo por
ojo, y diente por diente.
Mas yo os digo: No resistáis con mal; antes a
cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra;
y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu
ropa, déjale también la capa; y a
cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos. Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti
prestado, no se lo rehuses. Oísteis que
fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a
los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
calumnian y os persiguen; para que seáis
hijos de vuestro Padre que está en los cielos Mateus 5:38-45.
Entonces, cuando
hablamos de los israelitas, hay mucho que considerar. Y la principal es saber
que estas personas llevan sobre sí todas las maldiciones de Jehová, por el
simple hecho de que prefieren morir antes que matar a sus semejantes. Aunque
hasta ahora, ellos mismos no se han dado cuenta.
Entre las maldiciones
a las que los israelitas una vez tuvieron que someterse está comer la carne de
sus propios hijos e hijas.
Estas son algunas de
las maldiciones a las que están sujetos los israelitas:
Y si abominareis mis decretos,
y vuestra alma menospreciare mis derechos, no poniendo por obra todos mis
mandamientos, e invalidando mi pacto; yo también haré
con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que
consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en balde vuestra simiente,
porque vuestros enemigos la comerán.
Y pondré mi ira sobre vosotros, y seréis heridos
delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de
vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo tornaré
a castigaros siete veces más por vuestros pecados. Y quebrantaré la soberbia de vuestra fortaleza, y
tornaré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce. Y vuestra fuerza se consumirá en vano; que vuestra
tierra no dará su fruto, y los árboles de la tierra no darán su fruto. Y si anduviereis conmigo en oposición, y no me
quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros
pecados.
Enviaré también contra vosotros bestias fieras
que os arrebaten los hijos, y destruyan vuestros animales, y os apoquen, y
vuestros caminos sean desiertos.
Y si con estas cosas no fuereis corregidos, sino
que anduviereis conmigo en oposición, yo
también procederé con vosotros, en oposición y os heriré aún siete veces por
vuestros pecados. Y traeré sobre vosotros
cuchillo vengador, en vindicación del pacto; y os recogeréis a vuestras
ciudades; mas yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en
mano del enemigo. Cuando yo os
quebrantare el sustento del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno,
y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis.
Y si con esto no me oyereis, mas procediereis
conmigo en oposición, yo procederé con
vosotros en contra y con ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados.
Y comeréis la carne de vuestros hijos, y
comeréis la carne de vuestras hijas. Levítico 26:15-29; Deuteronômio 28:15-68.
Por lo tanto,
israelita, que no aceptas el nuevo pacto con Jesucristo, es porque de alguna
manera quieres permanecer en las maldiciones del antiguo pacto. A saber:
Destruir todas las naciones predichas en Deuteronômio 20:16,17. Y esclavizar,
y en caso de resistencia, exterminar a todos los demás pueblos, donde pongan
pie. Deuteronômio
20:10-16; Josué 1:1-3.
De esta manera, como
prometió a los israelitas, al final de los tiempos Jehová regresará. Vea:
Vivo yo, dijo el Señor DIOS,
que con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado, tengo que reinar
sobre vosotros;
y os sacaré de entre los pueblos, y os juntaré
de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte, y brazo extendido, y
enojo derramado; y os he de traer al
desierto de pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. Como litigué con vuestros padres en el desierto de la
tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dijo el Señor DIOS. Y os haré pasar bajo vara y os traeré en vínculo del
pacto; y apartaré de entre vosotros los
rebeldes, y los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus destierros los
sacaré, y a la tierra de Israel no vendrán; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
Ezequiel 20:33-38.
Y aquí hacemos la
siguiente reflexión: ¿Por qué el Todopoderoso Creador, Dios de Israel, necesita
del pueblo de Israel para exterminar a todas las demás naciones? Él no
necesita. Nunca tuvo que hacerlo.
Lo que sucede, como
probamos antes, es que toda la historia humana, y especialmente la Historia
Sagrada, es una parábola. En ella, el Creador se convierte en Dios Padre,
practicando toda clase de injusticias, para que la humanidad pueda acusarle de
todo; El que dice haber sido maltratado en Caín; despreciados en Ismael y
engañados en Esaú demuestra claramente que así como es una injusticia de su
parte elegir un pueblo y declararlo pueblo santo, sólo por ser del linaje de
Jesucristo; Y, por el bien de este pueblo, destruye a todos los demás. Por lo
tanto, es injusto que Dios en el Padre Celestial se quede con las dos terceras
partes de los ángeles en el cielo, solo porque son la imagen de Jesucristo;
mientras que otra parte tiene que sufrir en la oscuridad; una especie de
muerte, a los ojos del Creador, precisamente porque optaron, con Él, por el
conocimiento del bien y del mal Gênesis 3:22.
Sin embargo, este
argumento se desmorona cuando Jesucristo, en la cruz, demuestra el amor de Dios
Padre Celestial por todos nosotros; Y, abriendo sus brazos en la cruz, ofrece a
todos los que se han descarriado volver a su patria celestial; A cualquiera de
los seres, siempre que se arrepienta de todo corazón, renuncie al mal,
comenzando a vivir en el amor del Padre Celestial, testificado por Jesucristo.
Y este es el nuevo
pacto que Jesucristo hizo con los seres humanos:
Y tomando el pan, habiendo
dado gracias, partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros
es dado; haced esto en memoria de mí. Asimismo
también tomó y les dio el vaso, después que hubo cenado, diciendo: Este vaso es
el Nuevo Testamento en mi sangre, que por vosotros se derrama. Lucas 22:19,20; Marcos 14:22-24; Mateus 26:26-28.
Por lo tanto, como
declara Jehová en Ezequiel 20:33-38,
Él volverá. Y la humanidad solo tendrá dos opciones: O prefiere matar por
Jehová y sobrevivir en este mundo y luego irse al infierno con el Diablo; O
prefieres morir que matar, como el testimonio de Jesucristo y volver a casa con
tu Padre celestial.
Por lo tanto, en ese
momento, el pueblo de Israel está viviendo el viejo dilema: Elegir una alianza
con Jehová y revivir el fratricidio de Josué (Josué 12:7-24) y el racismo de
Esdras y Nehemías (Esdras 9:1-15)
; O acepta la alianza con Jesucristo, prefiriendo morir antes que hacer
cualquier mal contra tus semejantes. (Mateo Mateus 5:38-45).
Por lo tanto, los que
están sujetos al antiguo pacto con Jehová tienen la misión de matar a los seres
humanos considerados enemigos de Jehová.
Por otro lado, quienes
se someten a la nueva alianza con Jesucristo tienen la misión de preferir morir
antes que matar a sus semejantes. Y todo esto tiene que suceder por fe, en una
u otra deidad.
Ninguno puede servir a dos
señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y
menospreciará al outro Mateus 6:24.
Si ante Jesucristo, la
fe en Jehová, el Creador, significaba que el pueblo de Israel, santo, por ser
del linaje de Jesucristo, debía matar a sus enemigos, en estos términos:
La habitación de Dios es
eterna, y debajo de brazos eternos; el echará de delante de ti al enemigo, y
dirá: Destruye. Deuteronômio 33:27.
Ahora, es al revés; La
fe en Dios Padre Celestial es para que renunciéis a la práctica de cualquier
mal contra vuestros semejantes. Vea:
Oísteis que fue dicho: Amarás
a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Mas yo os digo:
Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que
os aborrecen, y orad por los que os calumnian y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los
cielos Mateus 5:43-45.
Sin embargo, la
profecía lo deja claro: la mayoría de los seres humanos, religiosos o no,
preferirán adorar al Dragón. Mirar:
Y adoraron al dragón que había
dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es
semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con él? Y le fue dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y le fue dada
potencia de obrar cuarenta y dos meses. Y
abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su Nombre, y su Tabernáculo,
y los que moran en el cielo. Y le fue
dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fue dada potencia
sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente. Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están
escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue muerto desde el
principio del mundo.
Si alguno tiene oído, oiga. El que lleva en cautividad, va en cautividad; el que a
cuchillo matare, es necesario que a cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia
y la fe de los santos. Apocalipse 13:4-10.
Pero a los que aceptan
vivir por el pacto, basados en la sangre de Jesucristo, y prefieren
morir antes que matar a sus semejantes, el Espíritu Santo de la Verdad les asegura:
Y ellos le han vencido
(derrotó al diablo) por la sangre del Cordero, y por la Palabra de su
testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte. Apocalipse 12:11.
Y según el testimonio del
amor de Dios Padre Celestial, testificado por Jesucristo; al pueblo de Dios
pertenece todo ser humano, que toma su cruz y sigue a Jesucristo, en la
práctica del amor del Padre Celestial; que, como Jesucristo, toman la cruz y
prefieren morir crucificados que matar a uno de sus semejantes.
Y llamando a la multitud con
sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese
a sí mismo, y tome su madero, y sígame. Marcos 8:34; Lucas 9:23,24; Mateus 16:24,25.
Así que el nuevo pacto
hecho por Dios Padre Celestial ya no es como el antiguo, hecho con un pueblo
del linaje de Jesucristo; pero sí, con todos los hijos de Dios Padre Celestial,
que adquieren la imagen de Jesucristo, nuestro Salvador. Lucas 22:19,20; Marcos 14:22-24; Mateus 26:26-28.
Así, llegamos al
tiempo del fin, referido al profeta Daniel:
Tú, pues, Daniel, cierra las
palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin; pasarán muchos, y se
multiplicará la ciencia.Daniel 12:4-10.
En este tiempo del
fin, los gobernantes de las naciones de nuestro planeta Tierra están siendo
atormentados por espíritus inmundos; espíritus de demonios, que hacen
maravillas; muchos de ellos, pretendiendo ser religiosos, trabajan para el
Diablo, para llevar a esta humanidad al fratricidio mundial.
Y vi salir de la boca del
dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres
espíritus inmundos a manera de ranas. Porque son
espíritus de demonios, que hacen milagros, para ir a los reyes de la tierra y
de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel gran día del Dios
Todopoderoso. He aquí, yo vengo como
ladrón: Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande
desnudo, y vean su fealdad. Y los
congregó en el lugar que en hebreo se llama Armagedón. Apocalipse 16:13-16.
Estos espíritus
inmundos tienen la misión de crear el caos en el planeta Tierra para preparar
la aparición del gobierno del Diablo, que vendrá como un ladrón.
El ladrón no viene sino para
hurtar, y matar, y destruir las ovejas João 10:10.
Los espíritus inmundos
de este que vendrá como ladrón están atormentando a los gobiernos,
especialmente a los gobiernos de Rusia, China y sus coaliciones de países
alineados.
Por su parte, Israel y
Estados Unidos, con sus aliados, se preparan para el profetizado
enfrentamiento.
Y están cayendo en
esta trampa satánica, porque los espíritus inmundos de los religiosos están
preparando la profecía de Ezequiel Ezequiel 38:1-23. Un complot del
Diablo, para llevar a esta humanidad al caos.
La profecía dice:
Por tanto, profetiza, hijo de
hombre, y di a Gog: Así dijo el Señor DIOS: En aquel tiempo, cuando mi pueblo
Israel habitará seguramente, ¿no lo sabrás tú? Y vendrás de tu
lugar, de las partes del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a
caballo, gran compañía y poderoso ejército;
y subirás contra mi pueblo Israel como nublado
para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y yo te traeré sobre mi tierra,
para que los gentiles me conozcan, cuando fuere santificado en ti, oh Gog,
delante de sus ojos. Ezequiel 38:14-16.
Así, los espíritus
inmundos tratan de transmitir la idea de que la guerra será un mal necesario,
para que haya una manifestación de su divinidad.
Por lo tanto, lo
profetizado en Ezequiel 38:1-23,
sigue lo profetizado en Ezequiel 39:1-29.
Y haré notorio mi santo Nombre
en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré mancillar mi santo Nombre; y
sabrán los gentiles que yo soy el SEÑOR, Santo en Israel.Ezequiel 39:7.
Sin embargo, el
objetivo de la divinidad con esta guerra fratricida es la destrucción de la
humanidad tal como la conocemos. Y, como consecuencia, la instalación del
gobierno del Dragón (el Dios de Israel) en el planeta Tierra.
Y de su boca sale una espada
aguda, para herir con ella los gentiles; y él los regirá con vara de hierro; y
él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES
Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi un ángel que
estaba dentro del sol, y clamó con gran voz, diciendo a todas las aves que
volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena del gran Dios,
para que comáis carne de reyes, y de capitanes,
y carne de fuertes, y carne de caballos, y de los que están sentados sobre
ellos; y carne de todos libres y siervos, de pequeños y de grandes. Apocalipse 19:15-18.
Por lo tanto, el
objetivo de los espíritus inmundos (Apocalipsis Apocalipse 16:13-16), actuando junto
con los gobiernos del mundo es llevarlos a la guerra mundial de naciones. Y con
la humanidad en caos, entregar el planeta Tierra al Dragón, en términos de Apocalipse 19:15-18.
Los espíritus inmundos
transmiten la idea de que los israelitas, los Estados Unidos y sus aliados
están bajo la protección de la deidad. Sin embargo, todo esto es un engaño
descrito en Isaías Isaías 6:8-12
así:
Después oí la voz del Señor,
que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo :
Heme aquí, envíame a mí. Entonces dijo: Anda, y di
a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.
Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus
oídos, y ciega sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos,
ni su corazón entienda; ni se convierta, y haya para él sanidad.
Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él:
Hasta que las ciudades estén asoladas, y sin morador, ni hombre en las casas, y
la tierra sea tornada en desierto; hasta
que el SEÑOR quite lejos los hombres, y haya gran soledad en la tierra. Isaías 6:8-12.
Por lo tanto, el
propósito de este engaño de Isaías Isaías 6:8-12 es llevar a la
destrucción de toda la humanidad.
Para esto, por un
lado, las naciones del lejano norte, mencionadas en Ezequiel Ezequiel 38:1-23, están
preparadas y motivadas por los espíritus inmundos, mencionados en Apocalipse 16:13-16; Lo que creó en
estos gobiernos, la falsa idea de que con sus armas nucleares y sus enormes
ejércitos, son invencibles.
Y el sexto ángel tocó la
trompeta; y oí una voz de los cuatro cuernos del altar de oro, el cual está
delante de los ojos de Dios; diciendo al sexto ángel
que tenía la trompeta: Desata los cuatro ángeles que están atados en el gran
río Eufrates.
Y fueron desatados los cuatro ángeles que
estaban aparejados para la hora y el día y el mes y el año, para matar la
tercera parte de los hombres. Y el número
del ejército de los de a caballo era doscientos millones. Y oí el número de
ellos. Apocalipse 9:13-16.
Sin embargo, en el
curso de los acontecimientos, todos verán que fueron engañados por el Maligno.
Cuyo objetivo es instalar el infierno en la tierra, en estos términos ver:
Por tanto, esperadme, dijo el
SEÑOR, el día que me levantaré al despojo; porque mi juicio es de coger los gentiles,
juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, toda la ira de mi furor;
porque del fuego de mi celo será consumida toda la tierra. Sofonias 3:8.
Cercano está el día grande del
SEÑOR, cercano y muy presuroso; voz amarga del día del SEÑOR; gritará allí el
valiente.
Día de ira aquel día, día de angustia y de
aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día
de nublado y de entenebrecimiento, Día de
trompeta y de algazara, sobre las ciudades fuertes, y sobre las torres altas.
Y atribularé a los hombres, y andarán como
ciegos, porque pecaron contra el SEÑOR; y la sangre de ellos será derramada
como polvo, y su carne como estiércol. Ni
su plata ni su oro los podrá librar en el día de la ira del SEÑOR; porque toda
la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente
consumación apresurada hará con todos los moradores de la tierra. Sofonias 1:14-18.
Por lo tanto:
¡Ay de los que desean el día
del SEÑOR! ¿Para qué queréis este día del SEÑOR? Será de tinieblas, y no de
luz; como el que huye de delante del león, y se topa con el oso; o si entrare
en casa y arrimare su mano a la pared, y le muerda la culebra. Amós 5:18,19.
Es decir, el Día del
Señor es el tiempo del fin, reservado al Diablo, la serpiente original, para
castigar con desgracias apocalípticas a toda la humanidad, sean israelitas o
gentiles.
Por lo tanto, en este
momento, los espíritus inmundos (Apocalipse 16:13-16) están
promoviendo la guerra mundial de las naciones, junto con los gobiernos del
mundo.
Y la consecuencia de
esto será la ira generalizada de todas las naciones, en estos términos:
Y los gentiles se han airado,
y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos para que sean juzgados, y para
que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que
temen tu Nombre, a los pequeñitos y a los grandes, y para que destruyas los que
destruyen la tierra. Apocalipse 11:18.
Por lo cual alegraos, cielos,
y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque
el diablo há descendido a vosotros, teniendo gran ira, sabiendo que tiene poco
tiempo. Apocalipse 12:12.
Y dirás a la tierra de Israel:
Así dijo el SEÑOR: He aquí, que yo estoy contra ti, y sacaré mi cuchillo de su
vaina, y talaré de ti al justo y al impío. Y por cuanto
talaré de ti al justo y al impío, por tanto, mi cuchillo saldrá de su vaina
contra toda carne, desde el mediodía hasta el aquilón: y sabrá toda carne que yo, el SEÑOR, saqué mi cuchillo
de su vaina; no lo envainaré más. Ezequiel 21:3-5.
Por lo tanto, el Día
del Señor que los espíritus inmundos religiosos están promoviendo, será la
experiencia del infierno, ya aquí en el planeta Tierra.
Y será que de luna nueva en
luna nueva, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí,
dijo el SEÑOR.
Y saldrán, y verán los cadáveres de los varones
que se rebelaron contra mí, porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se
apagará; y serán abominables a toda carne. Isaías 66:23,24.
Y finalmente, el
Dragón Creador declara:
Palabra del SEÑOR que fue a
Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en
días de Josías hijo de Amón, rey de Judá. Destruiré del
todo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice el SEÑOR. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las
aves del cielo, y los peces del mar, y los impíos tropezarán; y talaré a los
hombres de sobre la faz de la tierra, dice el SEÑOR. Sofonias 1:1-3.
Y será en los días en
que Jehová, el Dragón Todopoderoso esté gobernando el planeta desde Jerusalén,
que vendrá el fin de nuestro planeta Tierra.
La luna se avergonzará, y el
sol se confundirá, cuando el SEÑOR de los ejércitos reinare en el Monte de
Sion, y en Jerusalén, y delante de sus ancianos fuere glorioso. Isaías 24:23.
Y miré cuando él hubo abierto
el sexto sello, y he aquí fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro
como un saco de cilicio, y la luna fue hecha toda como sangre.
Y las estrellas del cielo cayeron sobre la
tierra; como la higuera echa sus higos cuando es movida de gran viento.
Y el cielo se apartó como un libro que es
envuelto; y todo monte e islas fueron movidas de sus lugares.
Y los reyes de la tierra, y los príncipes, y los
ricos, y los capitanes, y los fuertes, y todo siervo y todo libre, se
escondieron en las cuevas y entre las piedras de los montes;
y decían a los montes y a las piedras: Caed
sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquel que está sentado sobre el
trono, y de la ira del Cordero; porque el
gran día de su ira es venido, ¿y quién podrá estar delante de él? Apocalipse 6:12-17.
Pero que quede claro:
Jesús el Cristo es el mismo
ayer, y hoy, y por los siglos. Hebreus 13:8.
Por lo tanto, Jesús nunca
vendrá enojado para vengarse de la humanidad. Jesús sólo vendrá, en los días en
que el planeta esté siendo destruído para llevarnos a su morada.
Por lo tanto, no hay
ira del Cordero.
Y Jesús vendrá para
llevarnos a su hogar, porque las estrellas del cielo caerán sobre el planeta
Tierra y nuestro planeta dejará de existir. En estos términos:
Se quebrantará del todo la
tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra
conmovida.
Temblará la tierra vacilando como un borracho; y
será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y
nunca más se levantará. Isaías 24:19,20.
De esta manera, en el
juicio final, la tierra con su cielo dejará de existir.
Y vi un gran trono blanco y al
que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y
no fue hallado el lugar de ellos. Apocalipse 20:11.
En ese momento vendrá
Jesucristo para sacarnos del poder del Todopoderoso, Creador, Dios de los
vivos, el Gran Dragón, la Serpiente Antigua, también llamado Emperador de la
Muerte, Pecado, Muerte, Satanás el Diablo.
Ahora hablemos del
regreso de Jesucristo.
Sobre el regreso de
Jesucristo, está profetizado:
Jesucristo nunca más
volverá a pisar el planeta Tierra.
Y entonces enviará sus
ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la
tierra hasta el cabo del cielo. Marcos 13:27; Mateus 24:31.
Los seres humanos nos
encontraremos con el Señor Jesucristo en el aire.
Porque el mismo Señor con
aclamación, con voz de Arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y
los muertos en el Cristo resucitarán primero; luego nosotros,
los que vivimos, los que quedamos, y juntamente con ellos seremos
arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor. 1 Tessalonicenses 4:16,17.
La venida del Señor
Jesucristo se llevará a cabo en los días en que las estrellas del cielo caigan
sobre el planeta Tierra.
Y luego, después de la
tribulación de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su
lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán
conmovidas.
Y entonces se mostrará la señal del Hijo del
hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y
verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder
y gloria. Mateus 24:29,30. Marcos 13:24-26.
El regreso de
Jesucristo será tan rápido y visible como un rayo.
Porque como el relámpago que
sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida
del Hijo del hombre. Mateus 24:27.
Será como abrir y
cerrar un ojo.
En un momento, en un abrir de
ojo, a la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán
levantados sin corrupción; mas nosotros seremos transformados. 1 Coríntios 15:52.
Por lo tanto, será en
el momento del regreso de Jesucristo cuando los muertos resucitarán y los vivos
serán transformados y arrebatados.
Porque el mismo Señor con
aclamación, con voz de Arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y
los muertos en el Cristo resucitarán primero; luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, y
juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el
aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1 Tessalonicenses 4:16,17.
De esta manera, la
tercera guerra mundial de naciones, que los gobiernos, engañados por espíritus
inmundos (Apocalipse 16:13-16),
están promoviendo para instalar el gobierno visible del Diablo en el planeta
Tierra, es sólo el comienzo del dolor.
Porque se levantará nación
contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y
terremotos por los lugares.
Y todas estas cosas, principio de dolores.
Mateus 24:7,8. Marcos 13:8.
Del conjunto de
profecías, no cabe duda, Jesucristo sólo regresará, para llevarnos a su hogar,
en los días en que este planeta Tierra esté siendo destruido por las estrellas
celestiales.
Sobre este momento lea
nuestras revelaciones:
https://revelaespiritosanto.blogspot.com/2023/01/la-venganza-del-dios-de-los-vivos-en-13.html
https://livrodoespiritosanto.webnode.com.br/capitulo-7-espanol/
Por eso Jesucristo
dice:
De cierto, de cierto os digo:
El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
juicio, mas pasó de muerte a vida. João 5:24.
Con el regreso de
Jesucristo, será nuestra Redención; seguido del Juicio Final, en estos
términos:
Y vi un gran trono blanco y al
que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y
no fue hallado el lugar de ellos. Y vi los
muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron
abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según
sus obras. Y el mar dio los muertos que
estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en
ellos; y fue hecho juicio de cada uno según sus obras. Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago
de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el
que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de
fuego. Apocalipse 20:11-15.
A los cristianos
auténticos (Apocalipsis Apocalipse 12:11),
Jesucristo nos asegur:
No se turbe vuestro corazón;
creéis en Dios, creed también en mí. En la Casa de
mi Padre muchas moradas hay; de otra manera os lo hubiera dicho; porque voy a
aparejaros el lugar.
Y si me fuere, y os aparejare el lugar, vendré
otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis. João 14:1-3.
Como puede ver, la Historia Sagrada no es un misterio como lo hace
parecer la religión.
La religión, durante la historia de la humanidad, no ha querido ni
quiere enfrentarse a nuestra realidad. Saber: El Creador de los mortales no es
el Padre Celestial. Pero Él es indudablemente el Dios de los vivos, desde la
fundación del mundo perecedero.
Entonces, considerando todo lo que Jesús nos guió sobre la muerte
segunda, el infierno, el mundo creado
por el gran Dragón, al ser perecedero, dejará de existir. Y como todo vino del
bien, volverá al bien.
Pero entonces, ¿qué
pasa con la cuestión del infierno?
Y cuando el Hijo del hombre
venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará
sobre el trono de su gloria. Y serán reunidas delante
de él todas las naciones; y los apartará los unos de los otros, como aparta el
pastor las ovejas de los cabritos. Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda. Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha:
Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve
sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis;
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me
visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor,
¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿O sediento, y te dimos de
beber?
¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿O
desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te
vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo
hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los que estarán a la
izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y
para sus ángeles; porque tuve hambre, y
no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me
cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán, diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o huésped, o desnudo, o
enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá, diciendo: De cierto os
digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeñitos, tampoco a mí lo
hicisteis. E irán éstos al tormento
eterno, y los justos a la vida eterna. Mateus 25:31-46.
Para meditar en esta
parábola, debes recordar que Dios Padre Celestial murió en este mundo
crucificado, en la persona de Jesucristo, para librarnos del infierno.
Entonces, seguramente,
el infierno es una realidad terrible, de sufrimiento indescriptible, reservada
a todo ser que niegue el amor del Padre Celestial.
Porque de la manera que en
Adán todos mueren, así también en el Cristo todos serán vivificados. Mas cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de
Cristo, en su venida.
Luego el fin; cuando entregará el Reino al Dios
y al Padre, cuando quitará todo imperio, y toda potencia y potestad.
Porque es necesario que él reine, hasta poner a
todos sus enemigos debajo de sus pies. Y
el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte. 1 Coríntios
15:22-26.
Por tanto, los que no se
rediman con Jesucristo serán llevados al infierno, para ser atormentados por el
gran Dragón, la Muerte.
Sin embargo, en 1 Coríntios
15:22-26 vimos que habrá un final para la Muerte.
La muerte es el nombre
del gran Dragón, el Diablo.
Entonces, si habrá un
final para la Muerte, significa que aunque las palabras de la Sagrada Escritura
hablen de un infierno eterno. Sin embargo, como la Muerte y el infierno van
juntos, después del juicio final y el infierno, que parecerá eterno, todo y
todos volverán a la estabilidad del amor de Dios Padre, en la casa celestial.
Por lo tanto, el
Juicio Final es un resultado del Juicio Inicial, pero basado en el testimonio
del amor de Dios Padre Celestial, no puede ser la solución final. La solución
final es que todos los seres que sienten dolor, sufrimiento y conocen la muerte
regresen a la casa del Padre, como en la parábola del hijo pródigo. Y el último
en regresar será el Dragón, el creador de la muerte, la Muerte, quien fue el
primero en abandonar el hogar celestial.
Así, cuando se habla
del infierno, se habla de una etapa posterior a la vida física, que ciertamente
hará arrepentirse a todo ser que la sufre. Pero no hay manera de ser eterno.
Incluso si la palabra lo dice. No puede, porque entonces todo el sufrimiento de
Jesucristo, para probar el amor del Padre Celestial, hubiera sido en vano.
Pues bien, estad
atentos, la muerte de Jesús Crucificado es la prueba total, que habrá el juicio
final y la separación de los que oyeron y siguieron al Señor Jesucristo; de los
que oyen y siguen al Dragón Mateus 13:47-51.
Por lo tanto, Jesús
murió al ser crucificado para demostrar el amor que Dios, el Padre Celestial,
nos tiene; y la urgente necesidad que tenemos de no ir con el Dragón, el
Diablo, a la muerte segunda. Porque si vamos al infierno, la muerte segunda,
estaremos completamente en manos del Diablo para ejercer sobre nosotros toda la
venganza jurada por él, en inconmensurable ira, sufrimiento y dolor.
Así será al fin del siglo:
saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de
dientes. Mateus 13:49,50.
La profecía Apocalipse 13:4-10 dice que la
mayoría de los seres humanos, ya sean judíos o gentiles, adorarán al Dragón ya
la Bestia. Y lamentablemente esos irán a la segunda muerte, el infierno. Espero
que ustedes, como yo, estén entre los que han escrito sus nombres en el Libro
de la Vida del Cordero.
Por qué y aquellos
cristianos que escribieron sus nombres en el Libro de la Vida del Cordero,
vencieron al Dragón, por la sangre del Cordero Jesucristo, por la palabra de su
testimonio, y prefirieron morir antes que matar a sus semejantes.
Apocalipsis Apocalipse 12:11.
Nosotros sabemos que somos pasados
de muerte a vida, en que amamos a los Hermanos. El que no ama a su Hermano,
permanece en muerte. 1 João 3:14.
De cierto, de cierto os digo:
El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
juicio, mas pasó de muerte a vida. João 5:24.
Y sacándolos fuera, les dice:
Señores, ¿qué es necesario que yo haga para ser salvo? Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesús, el Cristo, y serás salvo tú, y
tu casa. Atos 16:30,31.
Invitamos a quienes
quieran conocer mejor las revelaciones del Espíritu Santo de la Verdad, el
Espíritu Santo de Jesucristo, a leer nuestras revelaciones:
https://revelaespiritosanto.blogspot.com/2023/01/la-venganza-del-dios-de-los-vivos-en-13.html
https://livrodoespiritosanto.webnode.com.br/capitulo-7-espanol/
En Jesucristo, gracia
y paz.
DEL ESPÍRITU
SANTO DE LA VERDAD:
https://martins211.blogspot.com/2024/04/del-espiritu-santo-de-la-verdad.html
PALABRA DEL
ESPÍRITU SANTO DE JESUCRISTO.
https://martins211.blogspot.com/2024/02/palabra-del-espiritu-santo-de-jesucristo.html
LA HISTORIA SAGRADA
SIN MISTERIO.
https://joaojoaquimm.blogspot.com/2023/04/historia-sagrada-sin-ministerio.html
LA VENGANZA DEL DIOS VIVIENTE -
PRIMERA PARTE
https://martins211.blogspot.com/2022/09/la-venganza-del-dios-viviente-primera.html
UNA COSA HORRIBLE ES CAER EN LAS MANOS
DEL DIOS VIVIENTE. HEBREOS 10:31
https://martins211.blogspot.com/2021/09/una-cosa-horrible-es-caer-en-las-manos.html
CRISTIANO, ES EL MOMENTO DE LA VERDAD
https://joaorevela.blogspot.com/2023/06/cristiano-es-el-momento-de-la-verdad.html
INFIERNO EN EL PLANETA TIERRA
https://martins211.blogspot.com/2023/06/infierno-en-el-planeta-tierra.html
AFIRMACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO DE LA
VERDAD
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LA CARTA DE LA VERDAD DEL ESPÍRITU
SANTO A LOS PROFETAS DEL TIEMPO DEL FIN
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MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO JOÃO 18:36
https://revelaespiritosanto.blogspot.com/2023/06/mi-reino-no-es-de-este-mundo-joao-1836.html
¿QUIÉN QUIERE ADORAR AL DIABLO?
(Apocalipse 13:4-10)
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EL ESPÍRITU SANTO DE LA VERDAD
CONTINÚA SU REVELACIÓN
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¡EL GRITO DE LA ATALAYA!
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LA INUNDACIÓN DE FUEGO
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INSTRUCCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO DE LA
VERDAD, A LOS SERES HUMANOS, EN ESPECIAL A LOS CRISTIANOS, QUE SOPORTARÁN LA
GRAN TRIBULACIÓN.
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INSTRUCCIONES DEL ESPÍRITU SANTO DE LA
VERDAD, A LOS SERES HUMANOS, EN ESPECIAL A LOS CRISTIANOS, QUE VIVIRÁN EN LA
GRAN TRIBULACIÓN (segunda parte)
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EL PROPÓSITO DEL LIBRO DE ISAÍAS Y
APOCALIPSIS ES CEGAR EL ENTENDIMIENTO DE LOS SERES HUMANOS
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LA SEDUCCIÓN DEL DIABLO
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DECISIÓN FINAL: VIDA CON JESUCRISTO O
MUERTE CON JEHOVÁ
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JONAS, EL AVISO FINAL DE DIOS PADRE
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ALERTA MUNDIAL - EL DIOS DE LAS
RELIGIONES MUNDIALES ESTÁ DE VUELTA Y VA MARTAR A TODOS!
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JESUCRISTO ES LA VERDAD ABSOLUTA DEL
PADRE
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LA OPERACION DEL ERROR Y LA
EXTERMINACIÓN DE LA VIDA EN EL PLANETA TIERRA
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LA REDENCIÓN - NUESTRA SALVACIÓN A
TRAVÉS DE JESUCRISTO
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EL HOLOCAUSTO FINAL Y LA ÚLTIMA PASCUA
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EL ARMAGEDÓN
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CARTA ABIERTA A LOS SANTOS DEL
ALTÍSSIMO
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